Las visitas han ido llegando con cuentagotas, y la primera de la semana fue la de Pedro Mirañar, el que entro solo para intentar evitar que cualquiera escuchase las palabras que salieran de boca de Inés, palabras que mas verdad no pueden tener. Su futuro le da igual, lo que mas lamenta es poder perder su vida, sin antes haberse llevado la de Amalia, y así poder salvar a su pequeño.
Su defensa es algo que no le importa, y no dirá una palabra mas a no ser de que sea ante Bosco, al que le contará toda la verdad...
Aunque su aspecto no es el de una mujer de alta alcurnia, mas bonita no puede estar, y sobre todo decir que mas no puede transmitir con esa mirada, perdida, preocupada, ida, angustiosa y rabiosa al mismo tiempo... ¡Sin palabras!
Que verdad que es, que en aquellos entonces, bastaba con sacar unos billeticos para colarse donde fuese, tal que así llego la visita de Bosco.
Nada mas llegar arremetió contra Amalia, y con su lamento de no haber acabado con su vida, y por fin, esa verdad que tanto esperamos salió a la luz, Beltrán es mi hijo, pero a lo largo del camino, Inés a ido contando tantas y tantas mentiras (a las cuales se a visto obligada, pues lo hacía bajo presión) que como se dice, "tanto va el cántaro a la fuente, que al final se rompe", pues cuando a llegado el momento verdad verdadera, Bosco no le a creído... todo se enreda para Inés, y al final esta consigue el efecto contrario... que Bosco se aleje aun mas de ella...
La verdad tarde o temprano saldrá, y también a ojos de Bosco, pues Fe sabe de cosas que sucedieron en la Casona, Bosco no recuerda lo que en su día le dijo la Paca, de los morritos que según Fe ponía Beltrán que eran igualitos a Inés, que jamás Amalia dejó a Bosco que le tocara el vientre, parir en el bosque sola, si de normal ni anda.. factores que cuando Bosco los junte caerá en que Inés no es la loca, si no que la loca es la víbora (Amalia).
Yo me quedo con ese mini momentazo que vivimos el miércoles, pues no le hace falta compañero de fatigas para dejarnos a nosotros sin aliento.
Una madre atormentada por los recuerdos, que rebotan en su memoria esas palabras amenazantes que decía Amalia, -Lo mataré, con mis propias manos-, recuerdos que tornaron en sufrimiento, en una impotencia de no poder hacer nada, pensando que con esas palabras desgarradoras que salieron de su garganta sería rescatada... o mejor dicho, su hijo sería salvado.
¡Polita, una vez mas nos has dejado sin palabras!
Y como derrochar talento a solas es un tanto aburrido, mejor volver a tener compañía, así que de nuevo llego Pedro Mirañar, el que encontró a una Inés que de loba hambrienta cambió a corderito...
Tanta tranquilidad venia de algún lado, y la tomarán por loca, pero cuerda esta un rato largo, y para pedir favores, mejor hacerlo de una forma tranquila y serena, y ¡zas! nada mas llegar el alcalde, ya soltó que quería ver a don Anselmo.
Inés ya no espera nada de la justicia de los nombres, pero ahora solo tiene una salida, solo dios puede ayudarle, o mejor dicho solo a don Anselmo puede pedirle confesión y lo que no es confesión...
La visita del padre fue para ella como para nosotros es cada aparición de Fariba, un bálsamo que de alguna forma nos llena de tranquilidad, verlo era de algún modo poder tener alguna oportunidad para salvar la vida de su pequeño.
Llego ese momento tan esperado, el cual en que a Inés le dan un poco de cuerda, y empezó de carrerilla a soltar verdades como puños, y le confesó toda la verdad (o casi) respecto a su encierro, la vida de "su hija" y los planes que urdió Amalia para tener a Inés atada en corto.
Las palabras de Amalia calaron hondo en su corazón, y de algún modo quiere dejar de temer por la vida de su pequeño, y para ello necesita que estas palabras lleguen a los oídos de Candela, Aurora y Rosario, y el pater, viendo la verdad que desprendían esos ojos, cedió y pidió auxilio en el Jaral, a todos menos a Bosco...
Muy poquito a poco a ido, e ira saliendo la verdad a la luz, cosa contraria a sido el efecto que a causado Fariba en nosotros, que ná mas llegar esa luz nos ilumino a la primera, y supimos ver en ella lo mucho que vale esta morena.
No nos cansamos (ni nos cansaremos) de dar las gracias por cada segundito que nos regala, porque para muchos, verla es una forma de evadirte por unos instantes de la realidad (que para mucha gente a día de hoy es dura) y disfrutar de su maravilloso trabajo, ya que verla en acción es una verdadera delicia. Un domingo mas, ¡chapó, por ti `polita´!
¡Gora Fariba! y... dentro vídeo!
El Secreto de Puente Viejo (1073 al 1077) por faribasheikhansite
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