viernes, 3 de julio de 2015

El secreto de Puente Viejo (1.103 al 1.107)

Pensando que sólo íbamos a ver a Inés tumbada en el suelo de tanto vahído como adelantaban los avances, hemos salido bastantes contentos esta semana, pues aunque parezca algo sorprendente, seguimos viendo esa preciosa sonrisa que nos ilumina cada tarde, o al menos cuando la dejan.


Al igual que comenzamos el domingo leyendo el blog, en el Jaral comienzan leyendo el telegrama de Aurora, ha llegado bien algunos piensan hasta a ir en mula, aunque pensándolo un poco, ¿cuanto tardarían?
Eso si, para Bosco siempre es buen momento para trasegar, que se saca brindis de las mangas =P


El pequeño parece tan feliz como los papis, pero seguro que no tanto como nosotros cada vez que vemos a esta morenita aparecer en la pantalla, porque incluso en la mas oscura de las noches, sin necesidad de candiles alumbra la alcoba con su brillo, ese brillo tan especial que tiene.


Difícil sería que a Beltrán no le cueste dormirse, con un foco como "su mami" alumbrándole...
Nuestra morena anda algo fatigada, que con solo dar el pecho a Beltrán le pesan las horas que pasa en pie, y cuando anda por ahí tiene que ir sentándose y pidiendo vasitos de agua para recobrar fuerzas, ¡ahí Inés! que te pasará corazoncillo...


Inés dice que el rorro es la criatura mas bonita que hayamos visto, pero... ¿se ha visto ella de enana? Seguro que no, porque ella es mil veces mas bonita =P
Algo que es seguro es la dicha se puede empañar en nada, en menos que canta un gallo, y mas en Puente Viejo, que como sabemos la felicidad dura muy poco, al igual que duro poco ese momento romántico entre la parejita. La llegada de Candela, la que se alegra mucho de la felicidad de su sobrina.
Los últimos meses de Inés han sido duros, y ahora le estan pasando factura.


La visita de Mariana y de Nicolás (ese que no llegó a entrar nunca), hicieron que la cabecita de la morena pensara, y en sus pensamientos solo había una cuestión, la que todos deseamos que sea cierta.
Rápidamente cambió el semblante de los que ahí estaban, pues ahora son dichosos y alguien que ha echo mucho mal ahora sufre, ella se lo ha ganado con creces...


Y la noche llegó, y el "humor de perros" que todos llevamos dentro salió... a la morena le preocupa que la que ahora sufre recobre su poder y que busque un nuevo objetivo, ellos. Pero tiene que andar tranquila, que le ha salido una protección muy buena, Bosco y Beltrán, que rico ese momento de -nosotros te protegeremos- con que cara le miró Inés, cosa normal también hay que decirlo.


Por mucho que Inés duerme no recupera fuerzas, y aunque intenta ocultarlo le pillan, porque esa carita lo delata todo, y eso es gracias al maravilloso trabajo de Fariba.
Y aunque las "mamis" del Jaral esta ojo avizor para controlar a la morena, se les escapa un vahído que sufre, y aunque Candela la ve sentada no sabe realmente lo que le sucede...


Tanto agotamiento ya escaman a Inés, y decide bajar al pueblo para rendir visita al doctor, el que rápidamente piensa que se trata de un virus, pero la sonrisita de Inés hace que se pregunte el porque de ella.
Bien examinada el doctor llega a media conclusión, es difícil que ande embarazada, porque hay síntomas que no concuerdan, pero para prevenir mejor recetar algo que no dañe al supuesto rorro que viene en camino.


De regreso al Jaral y encima con compañía de don Anselmo el que solo quiere un vasito de agua para recobrar fuerzas, cambia rápido de opinión cuando Bosco le enseña carta de Aurora, quiere saber que se cuenta. Aurora manda recuerdos para todos, incluso para las ranas del río.


El cansancio de la morena va a mas y mas, que ya opta por no coger en brazos a su pequeño, y eso si que ya no pasa inadvertido a los ojos de Candela, la que cada vez ve mas y mas rara a su sobrina, aunque esta busque escusas donde no las hay...


Poco queda para el parto de Mariana, la que pareció un abogado preguntando a Inés por como fue el suyo, y cuando ya están todos recogiéndose, ¡ale! desplomada en el suelo cayó.
Rápidamente recobró el sentido con las sales de olor, y viendo lo visto las "mamis" del Jaral quieren que vea al doctor, Inés se niega pues ya la ha reconocido, ya tenía que salir a la luz la "verdad" de Inés, cree estar embarazada.


Sutileza, lo que se dice sutileza no tienen ninguna, con decir Inés que no tiene apetito, Candela saca las uñas, y que nada mas soltar lo de la supuesta preñez y pedir silencio en horas casi se entera Bosco, pues aunque venga del bosque no significa que sea tonto, y las miraditas entre ellas eran mas que evidentes, menos mal que supieron salir de ese brete con mas o menos algo de soltura.


Con el empeño de que Inés se alimente como debe, llega Candela un caldito para templar el cuerpo, y aunque el cuerpecito de esta no ande para muchos trotes, prefiere estar ayudando a su marido y disfrutar de su compañía que andar a descansar a la alcoba, al final tanta cabezoneria pasa factura...




Una semana muy rica, pues ha llegado llena del maravilloso trabajo de Fariba, esa personita que cada tarde se cuela en el salón de nuestra casa para sacarnos una sonrisa, ya sea desmayándose, pidiendo vasitos de agua, dejándose achuchar por Bosco (nosotros también la achucharíamos) o viendo como se le cae la baba con su pequeñajo.
Una semana mas te damos las gracias por todo y bonito que nos regalas, y aunque tu personaje evoluciones de cierta forma que nos gustaría, si que valoramos todo el empeño y esfuerzo que haces para seguir deslumbrando.
¡Gracias polita!



El secreto de Puente Viejo (1.103 al 1.107) por faribasheikhansite

2 comentarios:

  1. noooooooo, que no te enfermen, justo ahora que estabamos felices.....

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  2. Pero Inés también se va de Puente Viejo? Todas las parejas se malogran por algo...

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