domingo, 12 de julio de 2015

El secreto de Puente Viejo (1.108 al 1.112)

Maravillosa la semana en Puente Viejo, porque aunque no nos gusten mucho las cositas que le van pasando a Inés, (que van de mal en peor), nosotros solo admiramos el maravilloso trabajo de Fariba y ella consigue que nuestros ojos la miren de forma diferente, quedándonos solo con todo el talentazo que derrocha tras la pantalla.






Poco tardó en aparecer el lunes la morena por nuestras pantallas, cosa que a nosotros nos encanta, y mas aún si conseguimos ver leves sonrisillas en su rostro, aunque estas vengan acompañadas de síntomas extraños que con encajaban con los de su antigua preñez... y por mucho hierro que quisiera quitar Rosario, a Candela no le gustaba ni un pelo lo que veía...


Y sin apetito se acostó, y sin apetito despertó... pero si algo de hambre hay, mejor un poquito de bizcocho que un huevo pasado por agua ¿no? Aunque en este caso, casi sería mejor el huevo...

Con problemas o no, son grandes los momentos de pareja que nos regalan Inés y Bosco, y que bonico es que tu marido se levante antes para ir a recoger un buen ramillete de flores y que encima estas vengan acompañadas de una tierna frase. ¡LOVE IS IN THE AIR!


Y...... ¡redoble de tambores!

Noticia fastuosa, con temblor en su voz y esos ojos llenos de tristeza Inés comunicó que algo horrible había pasado... ¡no estaba embarazada!

"Ilusión por aumentar a la familia", "volver a quedar encinta", "sois muy jóvenes y enseguida vais a llenar todo el Jaral de críos" y "tenéis toda la vida por delante" son frases en relación a Inés que se pronunciaron en esa escena, y que al parecer ninguna podrán hacerse realidad...


Como bien dijo Candela, tenía que poner al tanto al doctor, pues ya este sospechaba que no había tal embarazo, tanta fatiga, vahídos y mal estar en general no podían venir por nada bueno, y por mucho que intentó tranquilizar a Inés, la cara del doctor decía todo lo contrario.

Primeras prescripciones del doctor guardar máximo reposo, pero también comenzando con excepciones, podrá ir a Miel Amarga a conocer a Sol Santacruz, al igual que medio pueblo, la morena también se muere de curiosidad. Y otro requerimiento y el que no se puede saltar, es el de dejar de dar el pecho a Beltrán, por mucho que a Inés le pese...


Y saltándose las prescripción médica, de un saltito se plantaron Bosco, Inés y Candela en Miel Amarga, donde nuestra preciosa morena estrenaba un maravilloso vestido azul que lucía con una elegancia desmedida.

Y para hacer un poquito de caso al doctor, Inés prefirió quedarse sentada mientras los demás charlaban, todo sea por reposar, aunque sea una miaja. Miaja espabilá esta Candela que no se le escapan las miradas que el doctor echa a su sobrina...

Y como la curiosidad mató al gato, antes de que maten a nuestra Inés, mejor saciar la de la morena conociendo al fin a Sol, la que no indiferente a nadie...


Y de otro saltito pues para el catre... y antes de dormir, había que comentar lo sucedido en Miel Amarga, y porque será que entre mujeres, sin decir ni pío, nos entendemos y sabemos lo que hay por nuestros adentros a las mil maravillas. Y así de rápido caló Inés a Sol, pues vista la pomposidad de la fiesta (digna de un príncipe) Sol tenía los ojos llenos de tristeza...


Y hablando de "sexto sentido de las mujeres", Candela usó el suyo... la conversación con el doctor le hace aun mas esperar lo peor, al igual que lo piensa Inés, pues el reconocimiento que le hizo sospechar lo mismo, que no solo sería una anemia... Inés piensa que ya le toca ser feliz, y que dios no puede ser tan cruel como para mandarle una enfermedad... pero va a ser que si lo es.


Ese terrible momento se acercaba, y las mentiras empezaban a surgir... Inés ya comienza ocultando a Bosco la llamada misteriosa, y no lo hizo con Candela porque se puso un tanto cabezona y chantajeadora.

Inés le confesó a su tía la persona que había tras el teléfono y el verdadero fin de la llamada, y por mucho que Candela se empeño en acompañar a su sobrina a ver al doctor, Inés prefería ir sola...


Antes de echarle valor e ir a ver al doctor, Inés prefirió ir a ver a su pequeño, al que le gustaría verlo vestido de colegial (aunque en Puente Viejo, ni hay niños ni los vemos ir al cole), ir a la universidad, verlo enoviar, y por mucho a su pesar, no sabe si podrá... ante esas palabras Bosco se alteró, pues no entiende como su mujer le habla así a su hijo...


Y si la noticia fastuosa con la que comenzábamos la semana tenía lo suyo, esta es nefasta... por desgracia el doctor llevaba razón al pedir que le hicieran esos análisis... Inés padece de diabetes y solo le quedan unos pocos meses de vida, no verá crecer a su hijo.

Haberla cura no la hay, o al menos eso dice el doctor... pero nosotros vamos mas allá. Google mola mucho jiji y ahí pone de todo, y buscando un poquillo vimos que en 1923 la insulina llegó a España, recordemos que ahora mismo en Puente Viejo están en 1922, nosotros esperamos, deseamos y soñamos que cambien la historia y  llegue antes para salvarla, o que sea ella quien viaje a Francia para ver a su cuñadica y que sea ella quien la salve, pues queremos seguir disfrutando de Inés y por ende del maravilloso talento de Fariba.


Las mentiras tienen las patas muy cortas, y encima estas patas vienen algo cojas... Inés mintió desde el primer momento, comenzó por Bosco en el dispensario, y siguió con los habitantes del Jaral ella ahora no padece diabetes, se a transformado en anemia, anemia que según Candela abandonará muy pronto a Inés de puro aburrimiento, ¿hará lo mismo la diabetes?


Y ya si... ¡bueno, bueno, cojonudooooo!

Terminamos la semana con un verdadero escenon, que llegó de la mano de Alvaro y nuestra querida morena Fariba.

Lucas no ve lógico que Inés quiera sufrir en silencio su enfermedad, pero ella lo único que quiere es verlos felices, que no penen y sufran por su culpa, pues que lo hagan no va a hacer que su enfermedad desaparezca.

"Lucas: En otras palabras, es que has decidido vivir de espaldas a la realidad...

Inés: ¿He decidido vivir...? disfrutar de lo que me pueda ofrecer la vida hasta que se me escape entre los dedos. Trate de entenderme doctor, yo lo único que quiero es besar a Bosco y que me abrace sin temor a una mirada de compasión... Sólo deseo vivir con libertad y morir del mismo modo"

Realidad dura, pero cierta pues la verdad es que cuando sabes que alguien esta enfermo tus miradas hacía el siempre cambian, sin quererlo, ni meditarlo y sin apenas notarse pero cambian, y de eso intenta protegerse Inés, de que la miren con lástima.

Preciosa frase la que pronuncia Fariba, sumergida en ese profundo llanto, hundida en esos ojos llenos de infinita tristeza, los que pronto tornaron en un leve rayo de luz al oir que sería ayudada, escena que fue (al menos para mi, y siendo todos impresionantes) uno de los mejores momentos de Fariba en el transcurso de la serie.




Después de la última parrafada que mas puedo añadir... (me he vaciado de palabras). Fariba nos transmite tanto cada día que es difícil quedarse con cada sensación recibida, porque muchas de las sensaciones recorren nuestro cuerpo de una manera tan mágica que cuando nos damos cuenta de lo que consigue, al instante esta consiguiendo que nos sintamos de otro modo (no se si me he explicado), y todo ello se debe a su maravilloso trabajo, a ese al que estamos agradecidos, a ese al cual la conocemos (que gran suerte la nuestra), y a ese al que ahora valoramos y que seguiremos valorando porque aunque Inés muera, nosotros seguiremos los pasos de esta personita tan mágica que nos tiene robado el corazón.
Dicho esto, dentro vídeo y no vale rayar del minuto 34.56 al 35.28 ;)
¡Disfrutadlo!





El secreto de Puente Viejo (1.108 al 1.112) por faribasheikhansite

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