Aunque sea triste, muy triste, ya nos ha tocado despedir a Inés, ese
personaje que tan bueno a traído a Puente Viejo, porque cada vez que Fariba
sonreía era como un rayo de luz y esperanza para muchos de los que deseábamos
que llegara el segundo de verla en pantalla.
Aun siendo su final, sus últimas escenas en el serial, Fariba aprovechó
cada instante para deleitarnos con su sonrisa, y aunque para Inés el ir en
silla de ruedas solo era una forma más de recordar lo enferma que está para
Rosario y Candela es algo bueno, pues ya no necesitarían de Bosco para salir al
jardín.
Y sin ganas porque sabe lo que le espera, con tal de hacer feliz a los
suyos y a nosotros y dejarse un poquito animar, accede a jugar una partidita de
cinquillo, eso sí ¡sin trampas! =P
Ya sea proponiendo una partida al cinquillo, o cosiéndole una nueva
chaquetita para Beltrán, Rosario intenta animar a Inés, pues se nota como poco
a poco se apaga.
Inés hizo llamar a Don Anselmo, y el cura sabía que era lo que
necesitaba la morena, confesión antes de ser llamada por el altísimo (en este
caso, antes de ser llamada por los guionistas para ser la próxima en abandonar
el serial).
Inés necesitaba irse en paz, y confesó haber matado a don Melchor, y aun
siendo ella quien empuñó el arma, todo el plan fue urdido por la loca de
Amalia. También se sentía culpable por haber yacido con un hombre casado, pero
de eso no se arrepentía, amaba a Bosco por encima de todo y más tarde casó con este.
Don Anselmo le hace saber que sus buenos sentimientos le libran de los pecados
cometidos.
Inés quiere dejar un buen recuerdo, tan bueno es, que nosotros
recordaremos a Fariba de la misma forma.
Con el fin de dejar a los suyos en buena compañía, hizo llamar a
Mauricio, sabía que no podía marchar de este mundo sin arreglar los problemas
entre los dos salvajes de Puente Viejo, y le pide que le controle y le ponga
firme si es menester... (Cosa que de momento no ha hecho y debería...)
Un gran momento fue cuando le entregó a Mauricio una carta para la que
ha sido como una hermana durante toda su estancia en Puente Viejo, una carta de
despedida para Fe, su fiel amiga y confidente que no pudo acompañarla en unos
de los días más importantes, su boda, ni podrá velar ni despedir a la morena,
que injusta es la vida.
También fue clara a la hora de echar la bronca al capataz por no haberle
abierto aun el corazón a esa mujer que ya se lo ha robado por completo,
esperemos que a la llegada de la pellirroja nazca una nueva historia de amor.
Inés no puede evitar emocionarse al ver como Beltrán ha ganado dos
hermanos... Eso sí, ver a Iván Montes diciendo al pequeño Alex, `¡Hola!, ¡Hola!
¿qué tal?, ¿qué pasa?´ jijiji es para que el pequeño le conteste, `pues ná,
aquí andamos´.
Muy tierna escena nos regalaron, siempre es bonito ver a una madre
emocionarse, pero aún es más bonito sentir lo que Fariba nos transmite a través
de la pantalla. Algo mágico e indescriptible.
Eso sí, nos podrían haber mostrado a Beltrancito vestido de piratón.
Y sin parche en el ojo y con sonajero en la mano, la morenita cogió la
pluma, pues siente como se apaga y ha de aprovechar sus últimos momentos de
vida para, escribir las últimas líneas en el diario que un día será de su hijo,
al que velará desde el cielo...
Lejos de dormirse estaba Beltrán, que se le ve que tenía ganas de marcha
cuando Bosco le confesó que ya había leído las palabras y consejos que Inés le
había ido dejando plasmados en ese librito, y que fue eso lo que le arrancó a
hacer llamar a ese "doctor"...
Ahora ya nada se puede hacer por Inés, su final está escrito pero si hay
algo que Bosco puede hacer por la morena, algo que es precioso y triste a la
vez pues es ahí donde dejaremos de verla viva...
Ultimando despedidas llegó el momento de despedirse y a la vez pedir a
Severo que no deje de lado a Bosco aunque sea en la distancia.
Pelos como escarpias al oír decir a la morenita que jamás volverás a
verse, aunque ese fuera la idea de Severo, verse a la vuelta, algo que es completamente
imposible.
Convaleciente y ya sin apenas un hilo de vida aún le quedan fuerzas para
arrimar el hombro y gastar alguna broma que otra. Cada vez se da más cuenta de
lo que le queda de vida y quiere irse en paz sabiendo que su recuerdo permanecerá
en sus corazones. En los suyos y también en los nuestros...
Y siendo un momento de debilidad para las tres, Inés no quiere que Bosco
sea el siguiente en caer, y disimulan ante su llegada.
Continuamos con despedidas, en este caso toca momento
"Castañeda", sin saberlo fue la despedida entre ellos y con albóndigas
de por medio, Inés les agradeció lo mucho y bien que se portaron siempre con
ella.
Llego sola a Puente Viejo, y en él ha encontrado una gran familia...
Como ha de ser, una nueva despedida, en este caso le toco a Lucas. No le
toca pinchazo hasta mañana y no le hará más sufrir, lo que no sabe que el
próximo pinchazo nunca llegará...
Si Inés tardaría poco en dejar este mundo, el doctor o su mente vagaba
por el universo por lo menos, y con un solo objetivo el tren de las ocho en el
que Sol tomaría camino.
Demasiada conexión entre Álvaro y Fariba, que hicieron de esta escena
algo mágico. Con sus miradas lo decían todo, pero siendo que con ello nos
hubiera bastado, hicieron de la escena algo grande, por el tono de su voz y sus
gestos fue una de las despedidas más emotivas, (al menos para mí). Inés se va agradeciendo
lo buen amigo y doctor que ha sido, y dejándole bien claro que poco más
necesitará de él... la enfermedad ha ganado la batalla.
Me voy en paz doctor... muero en paz...
Y llego una despedida muy especial, su pequeño, su hijo, su más preciado
tesoro.
Debe de ser difícil rodar con un rorro, y más si la escena es tan triste
y el pequeño tiene ganas de jarana, pero Fariba estuvo sublime.
Hermosas palabras que le dedico a Beltrán, sintiendo no poder verle
crecer...
Vive, que yo viviré en tí. Duerme mi bien, duerme, duerme para que no
veas a tu madre marcharse... Entre los lagrimones y el corazón encogido no sé cómo
no nos dió un pequeñito infarto, demasiadas escenas porque al ser de despedidas
son duras de llevar.
Y llegó el momento que nos queríamos que llegará, llego el momento de
despedir a Inés, volver al lugar donde nació esta historia de amor y ese mismo
lugar será testigo de ver como esa chica que apareció allí atraída por el olor
de un pescadito dejara de respirar...
Aunque no nos guste nada creo que fue un gran acierto despedir allí a
Inés, fue un lugar mágico y ha vuelto a serlo aunque en esta ocasión hayamos
llorado de tristeza...
Bosco e Inés se dicen sus últimas palabras de amor, y pase lo que pase Bosco
la querrá siempre, ¡siempre! y con ese tierno abrazo, protegiéndola de ese frio
que parecía tener, Inés dejo de respirar, en ese lugar mágico que le
proporciono a su verdadero amor y por ende una familia nueva y un hijo
maravilloso, rodeada por los brazos del hombre a que ama y sabiéndose querida
por los suyos, Inés descansa en paz.
¡HASTA SIEMPRE INÉS!
Demasiado dolor causado, impacto al ver llegar a Bosco portando en sus
brazos a su mujer inerte, sin vida...
Toca ponerla tan bonita como lo fue en vida, y velarla...
Y desapareciendo de la cabecera de la serie aun con el cuerpo
"caliente" en Puente Viejo despiden a Inés con un precioso entierro,
en el ataúd caen flores blancas y negras y el esposo recibe el pésame de los
familiares y allegados.